Besplus | Bienestar con sentido
La salud visual en colaboradores mayores de 45 años se ha vuelto una prioridad creciente en el ámbito de la salud ocupacional. A medida que las personas envejecen, su capacidad visual tiende a deteriorarse de forma natural. Esta condición puede pasar desapercibida en el entorno laboral hasta que genera efectos directos en el rendimiento, la seguridad y la frecuencia de licencias médicas.
A partir de los 40-45 años, muchos colaboradores comienzan a experimentar presbicia, una condición que dificulta enfocar objetos cercanos. También es común una mayor sensibilidad a la luz, reducción del contraste y fatiga ocular. Estos cambios no siempre son evidentes de inmediato, pero impactan directamente en tareas que requieren precisión visual, como el trabajo en computador, la lectura de documentos, o el control de maquinaria.
Este deterioro progresivo puede derivar en errores operativos, molestias frecuentes e incluso accidentes laborales. Por esta razón, integrar operativos preventivos visuales para este grupo etario resulta esencial dentro de cualquier estrategia de salud ocupacional.
Colaboradores con problemas visuales no diagnosticados tienden a esforzarse más para cumplir sus funciones. Esto puede generar cansancio crónico, dolores de cabeza, visión borrosa o incluso cuadros de estrés laboral. Con el tiempo, estos síntomas contribuyen al ausentismo, especialmente cuando se transforman en licencias médicas por afecciones visuales. Implementar un programa de salud visual enfocado en mayores de 45 años permite detectar a tiempo condiciones como presbicia, glaucoma incipiente, o alteraciones refractivas. Además, reduce el uso innecesario de licencias médicas, mejora la calidad de vida laboral y fortalece la percepción de cuidado dentro de la empresa.
Las empresas que incorporan exámenes visuales en terreno pueden:
Estas acciones no solo benefician a los colaboradores, sino que también optimizan los costos asociados a la gestión de personas y licencias médicas prolongadas.
En Besplus contamos con programas de salud visual ocupacional adaptados al segmento de mayores de 45 años. Nuestros operativos incluyen:
El envejecimiento no debe ser una barrera para el desempeño laboral. Sin embargo, ignorar sus efectos visuales sí puede convertirse en un problema. Integrar evaluaciones visuales para colaboradores mayores de 45 años no es solo una acción preventiva: es una estrategia clave para reducir el ausentismo, evitar errores operativos y fortalecer la salud integral del equipo.