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En el mundo empresarial, hablar de salud visual aún suele quedarse en campañas esporádicas o beneficios poco integrados. Sin embargo, la visión es una capacidad crítica para el desempeño diario, especialmente en sectores que requieren precisión, concentración y trabajo frente a pantallas. Muchas organizaciones intentan abordar este tema, pero cometen errores que pueden afectar tanto la productividad como el bienestar de sus colaboradores.
En este artículo revisamos los errores más frecuentes en la gestión de la salud visual en empresas chilenas, y entregamos claves prácticas para evitarlos.
Uno de los errores más comunes es dejar la visión fuera del plan de calidad de vida laboral. Si bien las empresas incluyen chequeos médicos generales, muy pocas contemplan evaluaciones visuales periódicas, pese a que más del 70% de las tareas laborales dependen de la visión.
Cómo evitarlo: Integrar operativos oftalmológicos preventivos dentro del calendario anual de beneficios. Es una acción de bajo costo y alto impacto.
Muchas empresas entregan órdenes para que los trabajadores se examinen por su cuenta, pero esto genera baja asistencia y dificultades para realizar seguimiento. Cómo evitarlo: Implementar operativos en terreno permite detectar casos silenciosos, realizar evaluaciones masivas y entregar lentes de manera oportuna sin interrupciones al trabajo.
Cada industria tiene riesgos visuales específicos: pantallas, polvo, químicos, iluminación deficiente, precisión manual. Sin embargo, pocas empresas hacen un mapeo visual de riesgos según el puesto. Cómo evitarlo: Trabaja con profesionales que comprendan los factores de riesgo visual ocupacional y ajusten las evaluaciones según el entorno laboral.
Si los encargados de equipos no comprenden la importancia de la salud visual, el programa pierde fuerza. Lo mismo ocurre si RRHH no sabe cómo interpretar los resultados ni accionar a tiempo. Cómo evitarlo: Acompaña los operativos con informes comprensibles y sesiones breves de sensibilización para tomadores de decisiones.
Muchos trabajadores con prescripción visual nunca acceden a tratamiento, ya sea por costos, desinformación o desinterés. Esto convierte el esfuerzo en una inversión incompleta.
Cómo evitarlo: Asegúrate de trabajar con proveedores que entreguen soluciones en el mismo operativo (como lentes ópticos adaptados) o con trazabilidad postevaluación.
La salud visual no es un “plus”, es un componente crítico del bienestar laboral y de la eficiencia empresarial. Evitar estos errores comunes puede marcar la diferencia entre una campaña simbólica y una estrategia efectiva.
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